No fue un Domingo mas, sin dudas. Lo que se vivio en el Estadio Malvinas
Argentinas, fue excepcional. Los antiguos hinchas rememoraron viejos tiempos.
Los nuevos, se mostraron incrédulos ante semejante convocatoria; distintos
sentimientos de diversos hinchas.
Las ilusiones intactas para todos, la algarabía era masiva. No existía
lugar en el Complejo Olímpico que no estuviera vestido de Verde, o
eventualmente de blanco y verde o con alguna camisa o remera especial que
refería a alguna cábala.
Las calles con transeúntes
vestidos de San Miguel, los autos con sus respectivas banderas.
Sensacional e impresionante. Palabras que describen lo que se vivió el
último domingo. El recibimiento estuvo a la altura de las circunstancias. Adornado
con serpentinas, papelitos y bengalas de humo verde y blanco.
Aspecto futbolístico:
Fue quizás el peor partido que disputo San Miguel en lo que va del
campeonato.
No obstante, contó con la efectividad de su goleador (Cristian
Alessandrini), que convirtió la única situación neta de gol que dispuso, y el “Trueno
Verde” venció a un Dock Sud por 1
a 0.
El equipo visitante, cabe destacar, propuso muy poco desde el punto de
vista futbolístico. No se jugó bien al fútbol pero hay que destacar el
resultado.
En conclusión: tuvo 3 chances netas de gol de las cuales convirtió una.
No jugó bien, pero sumo de a tres.
Tiene que mejorar desde el punto de vista colectivo, a la Hora de generar jugadas de
gol, y algunos aspectos de la defensa; en la cual, Matías Peralta fue el
protagonista de la defensa porque quedo casi siempre como último hombre.
Gustavo Cisneros repitió por cuarta vez consecutiva el equipo, habla de
un gran trabajo y de un equipo, que funciona como una maquina a la cual hay que
ajustarle algunos engranajes.
BRAIAN PASTORE