10/17/2011


Luego de ganar tres partidos seguidos, al Verde se le cortó la racha. Se enfrentó a un Talleres que se lo ganó con oficio. Fue 3-0 a favor de la visita ante una multitud en Polvorines. ¿Lo bueno? El Verde lo buscó de todas formas y la suerte no estuvo del lado de los de Celín.

La tarde del día de la madre se presentaba ideal para volver a casa y seguir festejando con mamá. Se venía de tres victorias seguidas, la valla invicta y una multitud que esperaba ansiosa en las gradas del Malvinas Argentinas de Los Polvorines. El partido lo tenía a los de Celín atacando y proponiendo el juego, haciéndose responsable de su condición de local y demostrando la confianza que se había conseguido. El sector para atacar era la derecha, con Luna, con Fontenla, Kulich que se mandaba, y los centros que se repetían constantemente. Lucas y Leandro Rodríguez se fastidiaban porque el balón no les llegaba.


Sin embargo, con San Miguel de la manera que lo describimos, Talleres tuvo un lateral-centro de Ferreyra que le cayó a Gnochi para que este de derecha la mande al fondo de la red de Juan Gómez (502 minutos tuvo su valla invicta). Gol y 1-0 para la visita que no lo merecía. El oficio del equipo de Escalada, empezó a jugar y por momentos se notaba, momentos que fueron fundamentales a lo largo del juego para conservar el resultado. El primer tiempo se iba y el Trueno pudo tener el empate con un remate de Lea Rodríguez muy cerca del palo izquierdo y una media vuelta de Scarnato que tapo Marcos Fernández. En el segundo tiempo, San Miguel salió a llevárselo por delante y lo tuvo Lucas Rodríguez que con el arquero vencido, cabeceó hacia el arco y cuando parecía la parda, el balón rebotó en la espalda de Banegas cuando está tenía destino de red; también un testaso de Bianchi que dio en el travesaño, centros a montones que los defensores sacaban y trababan casi en el área chica. Así lo tenía el Trueno, acorralado con la gente que desbordaba de pasión. Era increíble que el Verde todavía no este empatando.


Pero el fútbol da sorpresas y vaya si lo fue el segundo de Talleres. Brunetti la aguantó en el área, Maxi Rodríguez paso a toda velocidad, llevándose la pelota, y definió ante la salida de Gómez. De no creer!!! Quedaban quince y sin lugar a dudas, el Trueno acusó el golpe y se quedaba sin fuerzas.


El tercero llegó por parte de D´Orazio y la diferencia quedo muy abultada para lo que fue el desarrollo del juego. 3-0 y cosa juzgada, los tres puntos se iban para el sur.

      Así es el fútbol, San Miguel compró la comida, la preparó, puso la mesa y el que comió fue Talleres. El Trueno Verde hizo todo el gastó y no se llevó nada. Sin embargo, la gente reconoció que se fue al frente y despidió al equipo con aplausos y reconocimiento. Se viene Central Córdoba el jueves (postergado de la segunda fecha) y hay que seguir por la misma senda.

MARIANO ORTMANN Y FERNANDO MAIDANA